Sentirte a salvo a bajo coste; existen muchas maneras de convertir nuestra Comunidad o vivienda en un lugar mucho más seguro, sin que para ello sean necesario realizar un gran desembolso. Los avances tecnológicos y su democratización, junto con unas buenas costumbres asumidas, nos ofrece la posibilidad de crear un espacio seguro y sin fisuras.
AVANCES Y COSTUMBRES
- Contar con mandos a distancia o llaves con códigos únicos, donde se puedan asociar propietario y propiedad, es una manera de posibilitar su cancelación en caso de perdida o robo. Asimismo, debemos asegurarnos de que el sistema instalado cuenta con un código instalador. Este código imposibilita la copia descontrolada de mandos, aumentando así la seguridad en el acceso a la comunidad o vivienda.
- Asegurarnos de que, tras la entrada o salida, la puerta queda totalmente cerrada. Esto nos ayudará a mantener segura nuestra comunidad/vivienda. En este sentido, contar con una puerta automática, cuya maniobra conlleve el cierre automático tras unos segundos de apertura facilitará la seguridad.
- Podemos completar nuestra seguridad con la instalación de un sistema de videovigilancia. Actualmente encontramos cámaras de gran calidad a un precio razonable, las cuales pueden ser visualizadas desde nuestro smartphone. Se trata de una manera eficiente de controlar todo lo que ocurre al momento o visionando las imágenes captadas desde 30 días hasta la actualidad.
- Salvar las zonas de penumbra gracias a una buena iluminación de todos los espacios constituye una medida disuasoria bastante efectiva. Las iluminaciones leds desarrolladas suponen un descenso del consumo y consiguiente gasto.
MÁS SEGURIDAD A BAJO COSTE
Está demostrado y estudiado que una optimización de la iluminación, en las zonas comunes de una comunidad, reduce drásticamente los indices de delincuencia. Si ha esto le sumamos el uso de luz blanca en esta iluminación, conseguiremos ganar en seguridad sin aumentar el gasto. La luz blanca es una gran aliada del ahorro, ya que se caracteriza tanto por su eficacia, como por su sostenibilidad y vida útil. Todo ello nos lleva a contar con zonas muy iluminadas a un menor coste.
Por ejemplo, un foco led usa tan solo el 40% de la electricidad que requiere una bombilla tradicional. De este modo, por un lado aumenta la vida útil del foco 60 veces más que uno de bombilla tradicional, y por otro lado reduce las emisiones de carbono, contribuyendo a mejorar el medio ambiente.
En la línea del ahorro energético, además de contar con un sistema de iluminación led, éste puede ser complementado con sensores de movimientos. De esta manera, los focos se activan cuando se detecta una intromisión, evitando que se queden encendidas de forma innecesarias.
Una mezcla entre hábitos y avances tecnológicos nos hará sentir más seguros sin tener que desembolsar mucho dinero.