Contar con un detector de movimiento, ya sea exterior o interior, en tu vivienda puede ayudarnos a mejorar su seguridad. Después de tenerlos instalados, esperamos una respuesta instantánea frente a los intrusos. Si un ladrón cruza el umbral o entra por la ventana, la alarma se activará. Lo que tenemos que tener presente es que responder al movimiento es solo la mitad de la batalla por nuestra seguridad. El siguiente paso es asegurar la capacidad, que tiene nuestro detector, en determinar exactamente qué se está moviendo.
Para que nuestro sistema sea efectivo debe ser capaz de detectar rápida y exactamente a una persona y al mismo tiempo, ignorar las interferencias naturales y las mascotas. Solo de esta manera, sabremos que el sistema de seguridad ha provocado una alarma proveniente de una amenaza real y se necesita responder inmediatamente.
En este artículo veremos como funciona el mundo de los detectores de movimiento infrarrojo y qué tecnologías utilizan para distinguir a un ladrón de un perro ovejero.
CÓMO FUNCIONAN
A la hora de entender cómo funcionan los detectores de movimiento debemos tener presente 3 ideas:
- Estos dispositivos no ven objetos, animales o personas; de hecho, ellos solo analizan e interpretan datos.
- Cuanto más cerca del blanco, más fuerte es la radiación y más caliente es el objeto.
- Estos detectores perciben radiación infrarroja, es decir, calor.
El funcionamiento de un detector de movimiento es muy sencillo. Partimos de una lente curvada especial que enfoca la radiación infrarroja en el sensor del detector. Después, las señales del sensor son enviadas al microprocesador que las convierte en datos digitales. A continuación, se realiza un análisis y evaluación de amenazas, aquí es donde radica la diferencia entre los detectores inteligentes y sus homólogos rudimentarios.
Al conocer la intensidad de la radicación infrarroja y la dinámica del movimiento de origen, los algoritmos de software determinarán la naturaleza de la amenaza y el detector decidirá si provoca alarma o la ignora.
IMPLEMENTACIÓN DE LOS DETECTORES
A la hora de instalar nuestro sistema de seguridad, si queremos evitar falsas alarmas por culpa de las mascotas, tenemos que elegir bien nuestro detector. Cuando se instalan y configuran correctamente los sensores de movimientos para espacios interiores, éstos ignoran a los animales de hasta 50cm de altura y 20kg de peso. El peso máximo se define como un punto de orientación sencillo, pero en realidad, el tamaño de la zona de calor en el espectro infrarrojo es de importancia.
Tenemos que tener en cuenta que los detectores de movimiento son menos sensibles cerca del suelo, donde se supone que se encuentran las mascotas grandes. El sistema utiliza un algoritmo para evaluar la amenaza. Cuando detecta un movimiento, analiza la onda de la señal del infrarrojo y la compara con los valores específicos de los movimientos humanos. Debido al hecho de que el punto del animal es pequeño y las señales entran en la zona inferior de la lente.
Los detectores exteriores no responden a animales con una altura de hasta 80cm. Para ignorar, con eficacia, las interferencias externas, éstos cuentan con dos sensores infrarrojos y por tanto leen señales desde dos áreas del lugar. En este caso, solo se provocará una alarma si ambos sensores detectan movimiento. El algoritmo del sistema analiza y compara los datos de cada sensor. Como regla general, el detector está listo para decidir si ignora o provoca una alarma en esta etapa. Si la situación es ambigua, los componentes de frecuencia de las señales de dos sensores participarán del análisis del espectro.
PUNTOS A TENER EN CUENTA
Si queremos evitar que nuestros detectores emitan alarmas falsas tendremos que asegurarnos de que:
El dispositivo está instalado a una altura óptima: si se colocan por debajo de la altura recomendada, los animales se mueve en el área hipersensible. En exteriores se debe tener en cuenta el terreno del área protegida.
Ajustar la sensibilidad adecuada: al proteger estancias con animales, los detectores se deben de configurar en sensibilidad media o baja, dependiendo del tamaño del animal.
Asegúrate que el animal no pueda acercarse a la lente del detector: cuando más se acerca el objeto en movimiento a la lente, mayor será el punto térmico. Si un perro ágil salta al nivel del detector cerca de la lente, se activará una alarma.
Evita desviaciones: los detectores exteriores se instalan a una altura de 0.8-1.3 metros. Tenemos que tener en cuenta que la visión de la lente superior debe estar paralela al suelo. Incluso una desviación de la línea de visión imperceptible a largas distancias desplazará el ángulo de visión por encima de una persona o la dirigirá al suelo.